Tanto el Teatre Lliure de Gràcia como el de Montjuïc son fruto del rescate de edificios que, en el transcurso de su restauración, adquirieron nuevas formas y significados para acoger una nueva visión del teatro.
Exposicions e instalaciones
Slèvia
12/10/22 – 18/06/23
Vestíbulo de Montjuïc
“Puigserver planificó y construyó el Lliure como un gran contenedor de espejos, donde incluso los espectadores pudieran verse como actores-observadores al otro lado de la ficción.”
Recuperamos en Montjuïc la exposición sobre Fabià Puigserver que pudo verse en Gràcia la pasada temporada.
El espacio teatral, la caja escénica sin escenario que ideó Fabià Puigserver, creaba un juego de espejos, como describe el dramaturgo y director Jaume Melendres, que no solo metía al público dentro de la propia ficción sino que jugaba también a disponerlo a varios lados, para tener otras perspectivas sobre una misma acción. Se rompía así la perspectiva arquitectónica del Renacimiento, más conocida como a la italiana. Y se creaba un teatro más libre.
En esta exposición fotográfica proponemos también un juego de espejos, un primer paso hacia una retrospectiva sobre Fabià Puigserver en su estancia en Polonia. Con un nuevo paisaje social y cultural, fundamental en su etapa de formación. Sin esta experiencia vital no podemos comprender al artista que hoy conocemos. Y los espejos nos sirven también para vernos reflejados en su vida. Porque, tal como concibió el Teatre Lliure, ni vivo ni muerto nos ha perdido –a nosotros, el público– de vista.
Slèvia es el pseudónimo con el que firmaba sus obras en Varsovia, y también algunas ya de regreso a Barcelona. Un nombre con el que se reconoce en ambas ciudades, y que hemo rescatado como prueba del puente que estableció entre ellas, cruzando siempre las dos culturas, especialmente escénicas. Los textos que os presentamos forman parte de una conversación con su amigo íntimo y arquitecto de la nueva sede del Lliure en Montjuïc, Manolo Núñez Yanowsky, quien también tiene vínculos con la Europa del Este. En la conversación, Fabià cuenta a corazón abierto cómo fue su vida polaca y qué visión tenía de los países de Europa central y del Este.
La influencia teatral de los países de esta Europa en reconstrucción y los 30 años transcurridos desde la muerte de Fabià Puigserver confluyen esta temporada en una retrospectiva que os presentamos tanto aquí como, más adelante, en Montjuïc. Unos espejos que nos dicen quién fue Fabià en Polonia, y que nos reflejan, como un retrovisor, sobre los recuerdos que conservamos de esa etapa vital.
[cita perteneciente a Jaume Melendres (Fabià Puigserver / curaduría Guillem-Jordi Graells y Antonio Bueso. Diputació de Barcelona: Fundació Teatre Lliure: Associació d’espectadors del Teatre Lliure: Institut del Teatre, 1996. P. 71)]